El hallazgo se debe a un estudio en el que participaron 505 adultos jóvenes que facilitaron información sobre su salud y las experiencias de juego de su niñez. Se encontró que 4 tipos de juego se asociaban de diferentes formas con la salud de los adultos, según constataron los investigadores de la universidad del Ulster.
Los altos niveles de juego creativo en la niñez predijeron hábitos saludables como adultos, tales como una dieta equilibrada y el ejercicio regular. El juego más activo en la niñez estaba asociado con una mejor salud en general y más ejercicio en la edad adulta.
Los adultos que tenían restricciones para jugar (como menos tiempo para jugar) demostraron más tendencia al sobrepeso y estilos de vida menos saludables.
"El tener la libertad y oportunidad de jugar es importante para todos los aspectos del desarrollo del niño y es un derecho que a menudo es pasado por alto", afirmó el autor del estudio Tony Cassidy en un comunicado de prensa de la British Psychological Society. "Es algo que la mayoría de los niños quieren hacer, y hacen de manera natural, pero su importancia no es siempre reconocida por los adultos, particularmente por los que diseñan las políticas."
"Por todo tipo de razones nuestra sociedad ha restringid el juego infantil" añadió. "Eliminar las restricciones e invertir una corriente potencialmente dañina requiere un cambio de actitud a través de toda la sociedad adulta."
El estudio había de ser presentado el 14 de Abril en la conferencia anual de la sociedad.
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