lunes, 8 de noviembre de 2010

Remedios para la procastinación: No dejes las cosas para después

Todo el mundo en algún momento deja cosas para después cuando en más de una ocasión no debería hacerlo, es un hecho de la vida y algo que está incrustado en lo más profundo de nuestro ser.



Pensamos en hacer algo más tarde, que leeremos esa novela más tarde, que aprenderemos francés más tarde. Es como si creyesemos que nuestro yo del futuro va a tener más habilidad para hacer cosas de la que tenemos actualmente. Pero si en la actualidad no somos capaces de evitar el dejar las cosas para después ¿Por qué habríamos de ser capaces en el futuro?



Veamos unas cuantas estrategias para vencer la procastinación y evitar dejar cosas para luego.

Por qué dejamos cosas para después


Hay varias razones por las que procastinamos que están relacionadas entre sí de distintas formas:

1. Queremos una gratificación inmediata. Descansar tirados en el sillón nos parece mucho mejor ahora que el salir a correr. Leer blogs es más fácil que leer una novela clásica. Comprobar el correo o entrar a Facebook es mucho más fácil, justo ahora, que ponerse a trabajar en el proyecto que llevamos retrasado. Comer chocolate es más placentero en este preciso instante que comer vegetales.

2. Tememos a algo. Es posible que no quieras escribir ese capítulo de tu libro porque puede haber problemas de redacción de los cuales no te has dado cuenta. O tenemos miedo de que algo falle, o de parecer estúpidos o ignorantes. A menudo tememos lo desconocido, que tiene más poder sobre nosotros precisamente por no examinar ese miedo. El temor a algo hace que queramos apartarlo o posponerlo, y ponernos a hacer algo más fácil y seguro.

3. Es fácil. El dejar algo para después evitará las consecuencias negativas en el momento. Cuando estábamos en la escuela y teníamos al profesor al lado regañando para que hiciésemos la tarea, lo más normal es que la hiciesemos. Pero al llegar a casa, no había un impacto negativo inmediato si nos poníamos a ver la televisión o a jugar. Desde luego al día siguiente tendríamos malas notas, pero eso no era "justo ahora". Lo mismo sucede cuando nos ponemos a navegar por Internet o abrir el Facebook y dejamos otras tareas al lado, pagaremos las consecuencias, pero ahora mismo nadie nos molesta.

4. Sobreestimamos a nuestro futuro "yo". A menundo tenemos una larga lista de cosas que hacer porque creemos que vamos a ser capaces de hacer mucho en el futuro. La realidad es que luego no somos tan trabajadores como esperabamos, pero aún así volvemos a pensar que podremos hacer más en el futuro. Tu yo futuro es tan perezoso como el yo actual, no te engañes.

Posibles soluciones


Para evitar dejar tantas cosas para después, trata de aplicar estas ideas. Puede que te parezcan simples, pero dales una oportunidad. Considerarlas ahora puede aumentar en gran manera tu productividad para toda la vida.

1. Para y piensa. Cuando permitimos que los pensamientos indicados más arriba sucedan sin ser realmente conscientes de ellos, terminaremos dejando las cosas para después. Si te paras y piensas en lo que estás pensando, podrás identificar fácilmente que esos pensamientos son equivocados: La gratificación instantánea y la pereza dará lugar a problemas luego. Los miedos muchas veces son injustificados y no deberían entorpecer tu camino. Nuestro yo futuro no es tan trabajador como nos gusta pensar.

Así pues, comienza a vigilar lo que piensas.

2. Disfruta del proceso. Cuando tememos algo, lo apartamos. Pero si aprendemos a disfrutarlo no será tan atemorizante ni tan difícil. Por ejemplo, si quieres salir a correr, no pienses en el duro camino que queda por delante, sino en ponerte los zapatos. Disfruta de la simplicidad de la acción inmediata que tienes entre manos. Luego concéntrate en salir por la puerta, luego en calentar con una caminata rápida a la vez que disfrutas de lo que ves a tu alrededor. Después comienza a correr más rápido.

Este procedimiento puede emplearse con cualquier cosa, desde limpiar los platos a leer o escribir. Disfruta del momento, sin pensar en el futuro ni en lo que te asusta de él. La actividad será más divertida y no la dejarás a un lado.

3. Contrólate a tí mismo Si nadie nos mira, tendemos a no dar nuestro mejor esfuerzo. Si no te puedes fiar de tí mismo, intenta encontrar gente que te pida cuentas. Si se trata de entrenamiento por ejemplo, puedes buscar un foro de fitness en el que tengas que dar cuenta de tus progresos. Se puede hacer lo mismo para dejar de fumar, escribir una novela o terminar un trabajo. Puedes utilizar amigos o gente de tu familia y darle cuentas por facebook o e-mail.

4. Bloquea a tu yo futuro. No cuentes con que en el futuro vas a ser capaz de hacer más de lo que haces ahora. Dedícate a aprovechar el tiempo que ahora tienes. Si no eres de fiar puedes usar programas para bloquear tu acceso a internet como Freedom para concentrarte en otras tareas, sacar toda la comida basura de tu casa, esconder las tarjetas de crédito...cualquier cosa que haga falta para forzar a tu yo futuro a hacer una pausa y pensar antes de hacer algo estúpido.

Algunas cosas más


1. Haz lo que te gusta o motiva Intenta que tu campo de actuación se sitúe en aquellas cosas que te guste hacer, y céntrate en lo que te gusta de esa actividad y no en sus aspectos negativos.

2. Haz pereza productiva Si vas a dejar algo para después, al menos intenta realizar otra actividad productiva. Si quieres aparcar tu proyecto a un lado, intenta leer algo que pueda darte ideas. Si no tienes ganas de elaborar informes, hazte unas flexiones. Si quieres dejar el ejercicio para más tarde, lee algún libro o blog sobre ejercicio.

3. A veces está bien dejar cosas para después. En ocasiones se necesita un respiro y somos más productivos después de haber hecho el vago un poco que trabajando si estamos estresados. En ocasiones pueden venirte buenas ideas mientras navegas lúdicamente por internet o por el facebook de tus amigos. Pero si ves que la pereza te está venciendo, no dudes en aplicar lo dicho.

Inspirado y traducido del artículo "The little book of procastination remedies" por Leo Babauta.

3 comentarios:

  1. Los puntos 3 y 4 bajo el título de "Algunas cosas más" fueron los que me impactaron de este articulo.

    Tendemos a pensar que algunas cosas son malas y otras buenas sin habernos dado cuenta que todo en cierta manera es necesario.

    Son un arma de doble filo como ya ha sido reflejado. Puede ser la solucion a esa sensacion de culpa que sentimos cuando no queremos realizar alguna actividad por equis razon que nos puede ayudar a abrir mas nuestra mente, pero tambien puede hacernos caer para preferir hacer algo más fácil parecido a lo que se supone que deberíamos estar haciendo; solo hay que tener autocontrol y voluntad para parar cuando ha sido suficiente y saber jugar entre el descanso provechoso y el trabajo como tal. No es dificil, solo no hay que ser sinverguenza ja, ja, ja.

    ResponderEliminar
  2. En mi caso, cuando debo hacer algo y tengo mucha pereza de empezar no más me apuro a iniciar lo antes posible porque no confío en que más tarde lo haré. Entre mas tarde pensando es menos probable que lo haga.

    ResponderEliminar
  3. Es bien tonto cuando uno deja de hacer algo por semanas pero al hacerlo solo le toma digamos una hora...
    Por ejemplo elaborar un informe, pufff cuando tienes solo 1 dia para hacerlo lo terminas, y quedas pensando que lo pudiste hacer mejor, por ese tipo de cosas busco esta información de este blog,y lo que dices del yo futuro tienes razon... ademas la vida se vive en el momento. te doy un diez por los consejos...

    ResponderEliminar

Entradas populares