martes, 15 de marzo de 2011

No resuelvas el problema, sino tipos de problemas

Existe un dicho que dice "vale más enseñar a un pobre a pescar que simplemente darle peces", y creo que es totalmente cierto.

A la hora de enfrentar una tarea o problema, la tendencia natural es solucionarlo lo más rápido posible para quitárnoslo de encima. El ser humano tiende a la comodidad, a estar tranquilo, y cuanto antes termine mejor. Sin embargo, si la tarea que tenemos por delante tiene toda la pinta de que va a repetirse en un futuro, es mejor poner una solución que sirva para esa situación concreta y las demás que vengan detrás.




Enseña a la vez que ayudas


Un caso bastante típico es cuando tu madre/abuela/abuelo te pide que le pongas una película en el DVD porque él "no sabe". Es mucho más fácil encenderlo y ya está, sin embargo es mucho más productivo ponerle el mando en la mano y decirles la secuencia que tienen que seguir para hacerlo. Sí, les va a costar, sí, puede que acabes desesperado...pero si lo logras habrá merecido la pena y ellos se sentirán más útiles. Todavía recuerdo la alegría de mi madre el día que consiguió poner ella sóla una película cargada en USB "Lo hice sóla" me dijo por el teléfono.

Si eres informático, o tienes idea de ordenadores, probablemente más de una vez te preguntan para que hagas esto o aquello. No lo hagas simplemente, trata de enseñarlo.

Intenta poner un remedio más permanente


Si frecuentemente tienes que sumar cosas o hacer presupuestos, tómate el tiempo de escribir una hoja de cálculo que te ayude.

Si tienes pocos enchufes en casa, y necesitas ir quitando y poniendo, compra triples o alargadores.

Si mandas muchos mails con el mismo texto de forma regular, crea una plantilla que puedas copiar y pegar.

Llena más el depósito del coche ¿para qué tener que irte parando en la gasolinera cada dos por tres?

Usa los favoritos si vas a visitar los sitios otra vez. Muchos tiran de historial sólamente y pierden interesantes páginas que ya habían encontrado.

La pereza es el enemigo


El teléfono deja de funcionar y empalmas mal los cablese con cinta aislante. Al día siguiente el empalme se suelta y pones otro poco de cinta. A la semana vuelta otra vez. Al final, por la pereza de arreglar las cosas bien poniendo un cable nuevo, acabas trabajando el doble o el triple.

Vence esa pereza que te impulsa a la solución fácil. Busca exterminar el problema, no sólo resolverlo temporalmente y a la larga será mucho mejor.


Es de sentido común, que hemos de tener una mente que mire adelante a la hora de resolver problemas, pero a veces necesitamos que simplemente nos lo recuerden. Resuelve tipos de problemas en lugar de sólo el problema inmediato y tu productividad aumentará exponencialmente.

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